Últimamente
nos encontramos con informaciones que, en torno a la nueva actividad que la
cementera de la multinacional de las basuras FCC quiere realizar en Navarra, resultan
contradictorias y en ocasiones nada fáciles de entender. A estas alturas, todo
el mundo sabe que se trata de una incineración de residuos encubierta y es precisamente
por eso, porque la empresa no sabe como encubrirla, por lo que muchas
informaciones provenientes de esas fuentes resultan totalmente infumables.
Desde
la Plataforma 3MB queremos incidir en algunos de estos aspectos para aclarar en
lo posible algunas cuestiones relacionadas con este tema.
Una
de las afirmaciones repetidas por la empresa es que va a producir cemento y que
no va a cambiar de actividad. Ante esto surge una pregunta; ¿pero si para hacer
cemento ya tiene una autorización desde junio de 2007, la Autorización
Ambiental Integrada (AAI), para qué necesita otra nueva autorización?
La
respuesta es que necesita una nueva AAI porque, además de fabricar cemento, va
a realizar una nueva actividad de gestión de residuos regulada por el RD
653/2003 de incineración de residuos, el mismo que regula la incineración en
instalaciones específicas (incineradoras) .Para ello, además, la empresa ha
firmado un convenio de colaboración con el Gobierno de Navarra para quemar los
residuos provenientes “preferentemente” de Navarra. Un convenio con el objetivo
de justificar la declaración del proyecto de la multinacional de las basuras
FCC de interés público y pasar así por encima de las normativas locales que no
permiten la realización de esa actividad.
Otra
cuestión es la referida a que quemarán residuos “no peligrosos”, para trasladar
a la ciudadanía el mensaje de que su nueva actividad no es peligrosa.
El
RD653/2003 de incineración de residuos, que regula la actividad de gestión de
residuos en plantas de valorización (incineradoras) y en plantas cementeras que
queman residuos, dice:”la diferenciación entre residuos peligrosos y no peligrosos
tiene su fundamento en las características de los residuos con carácter previo
a su incineración, pero es irrelevante en relación con la emisión de
contaminantes a la atmósfera por lo que exige unos valores límite de emisión
comunes…” Es decir, el peligro de los residuos, peligrosos o no, reside en su
quema, por las peligrosísimas emisiones de compuestos cancerígenos ante las que
no hay un valor seguro de exposición.
El
argumento de la utilización de la “biomasa vegetal”, sólo le era necesario para
abrirse camino y adentrarse en lo que realmente resulta rentable para la
empresa: la quema de basura (eufemísticamente denominada CDR, combustible
derivado de residuo), lodos, plásticos, neumáticos, etc, por supuesto,
“residuos no reciclables cuyo destino es el vertedero”.
No
es cierto que los residuos que quiere quemar FCC en Olazagutía sólo tengan como
destino final el vertedero y la prueba es que, por ejemplo, los neumáticos son
100% reciclables y su quema , al igual
que el resto de residuos, está prohibida sin ir más lejos en las vecinas Alava
o Aragón, donde sus Planes de Residuos no contemplan la incineración
–valorización de residuos como método de gestión de los mismos, sino otros
métodos basados en el reciclaje y el compostaje.
Con
respecto al mantenimiento del empleo, tanto la empresa como el presidente del
comité han declarado que con la implantación de esta actividad no se aseguran los
puestos de trabajo, algo que como estamos viendo sucede en otras cementeras que
queman residuos.
Pero
si Pórtland difícilmente puede camuflar su nueva actividad, igual suerte corre
el Gobierno de Navarra al intentar justificar un PrSIS para el proyecto de un
grupo como Pórtland, conociendo como conoce la resolución de la Comisión Nacional
de la Competencia, en la que considera acreditadas las prácticas ilegales y
fraudulentas de la multinacional, que según un primer cálculo han supuesto directamente
para las arcas forales un fraude de más de 100 millones de euros. Utiliza
perversamente este instrumento excepcional, nunca antes empleado en la
autorización a una cementera, para puentear la normativa municipal de Olazti,
que prohíbe la quema de residuos en todo su término municipal y establece unas
distancias de seguridad para actividades nocivas y peligrosas que el proyecto
de Pórtland no cumple. Es un auténtico atropello antidemocrático que debería
activar todos los mecanismos de alarma de todos los partidos políticos.
Somos
conscientes que los/as verdaderos/as paganos/as serán los/as vecinos/as de las zonas
afectadas, que sufrirán las consecuencias de la imposición de una actividad que
nadie ha querido en sus zonas, y que ha suscitado el rechazo de políticos, consorcios
de desarrollo, asociaciones de turismo y casas rurales, ayuntamientos, …
El
sábado día 21 de julio a las siete de la tarde desde la Plaza de Olazti, saldrá
una manifestación de rechazo, que cuenta con el apoyo de colectivos
ecologistas, sindicatos, casas rurales, ayuntamientos. y cientos de
particulares, bajo el lema “Errausketarik ez-No a la incineración”. Os
esperamos.
Gorka
Muñoz en representación de la Plataforma 3Mugak Batera.
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