por javier lecumberri urabayen, Presidente del comité de empresa y delegado de UGT
- Sábado, 21 de Abril de 2012. Diario de Noticias
EL debate técnico sobre la
valorización ya está superado desde hace decenas de años en todo el
mundo. En la Europa más desarrollada y con mayores criterios
medioambientales se llega a una sustitución del 80% del combustible
fósil de los hornos por combustibles alternativos, con el aplauso
unánime de las grandes organizaciones ecologistas, que lo ven como una
solución limpia y segura. Baste decir, como ejemplo, que en Alemania el
mayor aumento de esta práctica se produjo durante la etapa en la que Los
Verdes dirigieron el Ministerio de Medio Ambiente. De estas
experiencias nace la exigencia de valorización a las cementeras desde el
protocolo de Kioto y desarrollada por las directivas europeas, donde se
regulan las estrictas medidas de control y las penalizaciones que
conlleva no adaptar las instalaciones al uso de dichos combustibles
alternativos, que provocan que la cementera deje de ser económicamente
competitiva. Y en estos tiempos de crisis, los trabajadores ya sabemos
dónde acabamos con esa pérdida de competitividad.
Pero todo esto ya lo tienen que saber los promotores de la
campaña de falsedades y confusiones contra el proyecto de valorización
en Portland de Olazagutía, y si no lo conocen, deberían al menos tratar
de informarse, cuando lo que está en juego son nuestros puestos de
trabajo.
En una tertulia reciente se escuchó al señor Zabaleta sembrar
dudas al decir que el proyecto de valorización presentado no es de fiar
porque se pretenden utilizar como combustibles alternativos residuos con
menor poder calorífico que el coque de petróleo. Señor Zabaleta, si el
combustible tiene menos poder calorífico, se inyecta más cantidad en el
quemador, para eso la instalación dispone de básculas y soplantes que
compensan y equilibran la cantidad necesaria; es una sencilla regla de
tres. Señor Zabaleta, infórmese antes de hablar, por favor; si hubiera
usted atendido a la invitación de la fábrica para visitar nuestras
instalaciones y conocer el proceso, probablemente no diría semejantes
desatinos. Otros parlamentarios forales sí lo hicieron y hablan con
conocimiento, incluido alguno de su propia coalición.
En todo caso, respetamos la oposición de algunos colectivos,
incluso sabiendo que sus argumentos carecen de rigor técnico, pero
denunciamos alto y claro la incoherencia de algunos partidos como Bildu o
sindicatos como LAB, que en Navarra se posicionan activamente contra la
valorización en Cementos Portland de Olazagutía, y en las tres
cementeras del País Vasco (una de ellas también del Grupo Portland)
llevan años permitiendo la valorización de residuos como combustibles
alternativos, sin promover ninguna oposición municipal, ni sindical, ni
social; más aún, gobernando en los ayuntamientos donde están instaladas y
teniendo una muy importante representación en todos sus comités de
empresa. Incluso para mayor ironía, en la propia Sakana han autorizado
sin problema alguno el uso de combustibles valorizados en empresas
instaladas en sus ayuntamientos.
Solo se puede entender dicha contradicción desde la vergonzosa
intención de obtener réditos electorales y sociales a corto plazo o,
peor aún, desde la decisión tomada en las direcciones de sus
organizaciones, de que en un futuro mapa industrial del sector cementero
en el País Vasco y Navarra, la fábrica que sobra es la de Olazagutía.
Deberían explicar ustedes por qué…
Los trabajadores de Cementos Portland nos merecemos el respeto
que algunos ahora nos pretenden negar, nos ganamos el sueldo trabajando
honradamente, a veces en las duras condiciones de trabajo de una
cementera, con trabajos a turnos, los 365 días del año, con maniobras
complicadas de grandes reparaciones, trabajos en alturas, en espacios
confinados, con temperaturas extremas, altas tensiones… Y, gracias a
compañeros de comités que nos han precedido, tenemos ganadas unas
condiciones dignas de trabajo, que queremos mantener.
No se puede acusar a los trabajadores de defender nuestros
puestos de trabajo a costa del medio ambiente de la Sakana y de la salud
de nuestros vecinos. Nosotros somos los primeros interesados en que se
cumpla con la normativa exigida desde el Gobierno foral, siguiendo las
directrices marcadas por la Unión Europea, pues lo que para unos es un
problema medioambiental para nosotros es una cuestión de salud laboral,
sin olvidar que las familias de la gran mayoría de los trabajadores de
la fábrica viven en el valle, en un radio de pocos kilómetros a la
redonda de las instalaciones de la fábrica.
El comité de empresa se ha preocupado de informarse
concienzudamente en qué consiste la valorización energética, hemos
visitado fábricas e instalaciones y aprendido de experiencias vividas
por compañeros de otras fábricas que llevan años valorizando
combustibles. Seremos rigurosos vigilantes del cumplimiento de la
normativa, como es nuestra obligación.
La valorización, por desgracia, no nos garantiza el futuro,
pero sí que al menos nos sitúa en igualdad de condiciones frente al
resto de cementeras que pugnan por salir adelante en medio de esta dura
crisis que a todos afecta y en especial a nuestra actividad, seriamente
perjudicada por el parón de la construcción y la obra pública.
Continuaremos luchando para que se sepa la verdad y para defender nuestro futuro.
Señor Lecumberri, 1 las grandes organizaciones ecologistas están en contra de esa actividad, 2 en Lemona se impuso la incineración de residuos en contra de la voluntad de los trabajadores y de su Comité de empresa con mayoría de ELA y 3 hablando de incoherencias podría usted preguntar en la sede de su propio sindicato por qué sus compañeros se han opuesto a la valorización energética, es decir la misma actividad que se pretende llevar a cabo en Olazagutia, en la zona de Tafalla. Si le queda alguna duda pregunte a todos los partidos del arco parlamentario que han hecco lo mismo.
ResponderEliminarseñor anonimo, 1 no es cierto que las grandes organizaciones ecologistas están contra esta actividad, de hecho, en Alemania, cuando más se ha potenciado ha sido estando el partido verde en el gobierno, en detrimento de los vertederos que ustedes fomentan y de las incineradoras que ustedes intentan equiparar sin ningun rigor tecnico a las cementeras. 2 es posible que en lemona se pusiera la valorización de residuos que no incineración estando PNV en el gobierno, pero en ningun caso en contra del pueblo ni de los trabajadores, y ustedes hipocritas, despues de casi seis meses de gobierno no han hecho nada en contra,ni una pancarta, ni una concentración ni un intento de conocer lo que se hace, seguramente porque se conoce muy bien. 3 dejad de hacer demagogia con tafalla, estella, soria etc, que yo sepa en esos sitios no hay cementeras, no es comparable en ningun caso una cementera a una incineradora y el que dice que si lo dice desde la ignorancia mas profunda o desde la mala fe y el no querer saber. DEJAD DE ENGAÑAR A LA GENTE LO UNICO QUE VAIS A CONSEGUIR ES QUE EN SAKANA ESTEMOS TODOS EN PARO Y ENTONCES SI QUE NOS TENDREMOS QUE IR. VISITAD LA FABRICA DE UNA PUTA VEZ Y HABLAD CON CONOCIMIENTO DE CAUSA. SI ALGUN DIA ESTA FABRICA SE CIERRA EN LEMONA SE ESTARÁN PARTIENDO LA CAJA AL IGUAL QUE LO HACEN EN ARBIZU CON LA ITV, LA PASTEURIZADORA DE HUEVINA Y EL VERTEDERO.
ResponderEliminarCreo que sólo llevas razón cuando dices que una incineradora no tiene nada que ver con una cementera. Desde mi más profunda ignorancia (a mí la empresa no me ha pagado los viajes para visitar las maravillas que tu has visto) reconozco que eso es cierto, la cementera es mucho más peligrosa ya que no es una instalación preparada para quemar residuos. Además también se informarme y esta actividad es rechazada por peligrosa para la salud humana allá donde se plantea. Lo que debéis hacer la empresa, la administración foral y tú es algo tan democrático como respetar la voluntad de los vecinos de Sakana que por más que te pese se han pronunciado por activa y por pasiva en contra de esta actividad. Y da la impresión de que tú si que te vas a partir la caja si cierra Lemona (a eso se le llama solidaridad).
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