VARIOS son los articulos
editados sobre la previsible incineración-coincineración de residuos
urbanos en la planta de Cementos Portland de Olazti. La mayoría de la
población de Sakana, asi como sus instituciones, son contrarias a dicha
actividad, y mi reflexión va paralela a esos informes que viene
publicando Hiru Mugak y otros organismos representativos en general.
A nivel económico es muy importante para todo el país,
incluido Euskalherria, la obtención de materias primas y su consiguiente
transformación. En Sakana históricamente se ha convivido con ello y
nadie duda que pueda o deba existir la produción de cemento, eso sí,
manteniendo y respetando a las entidades locales competentes y dentro de
una economía sostenible con el medio ambiente, ello quiere decir
cemento sí y puestos de trabajo también.
Cuando se plantea la disyuntiva incineración o destrucción de
puestos de trabajo, además de no ser correcto, existen evidencias de la
manipulación e intento de polarización entre la población en general y
trabajadores -familias de dicha empresa-. Lo mismo intentaron sin éxito
con las instuciones de Sakana, y desde aquí mi aprecio a la alcaldesa y
Corporación de Olazti por mantener la coherencia, estando en el lugar
adecuado y con la única premisa que debe actuar un responsable
municipal, que es mantener y defender que la población a la cual
representa no puede asumir semejante riesgo.
La historia de Cementos, creada en 1907 (evidentemente con
varios propietarios), parte a mi forma de entender de una ubicación
incorrecta, a 200 m. del casco urbano, iniciándose con el nombre de
Cementos El Cancrejo", suministrándose de la caliza y arcilla de las
zonas cercanas, entre ellas del paraje denominado Koskobilo, donde
existió un yacimiento del Paleolítico Inferior destruido en los años 40
debido a la construcción de la cantera de Olazti, según expertos
historiadores sería a pequeña escala una Atapuerca, habitado en
distantes fases a lo largo de la historia. Se habla de una cueva de
grandes dimensiones y solo en las escombreras, y tras penoso trabajo, se
pudieron obtener cerca de 6.000 piezas de silex, pudiéndose identificar
en restos de animales a todos los conocidos en la zona más algunos
exitinguidos hace muchos años como el hipopótamo, rinoceronte, leopardo,
bóvidos y oso de las cavernas, así como collares y objetos de adorno.
Todo ello en la escombrera, y podríamos decir que eran otros tiempos,
pero en los 80, tras alguna explosión aparecieron aperturas y se pudo
haber retomado el tema de investigación sin cierre lógicamente de su
actividad, pero las presiones fueron innumerables para que no se llevase
a cabo. Dicha reseña con el patrimonio cultural, arqueológico e
histórico deseo retomarla con el perfecto asentamiento humano que ha
sido y esperamos siga siendo Sakana durante muchos años. La época
industrial requirió adecuación, convivir en armonía y equilibrio
medioambiental no exentos de graves errores, y en ello seguimos estando,
la piedra de silex es ahora una herramienta muy elaborada, los collares
y adornos se venden en comercios y la cadena productiva genera puestos
de trabajo.
Pero debemos decir basta ya de acoso a nuestro territorio, que
todavía mantiene en buen estado sus montes, cultivos, acuíferos. Señora
Goikoetxea, usted sabe bien la labor ejemplar de sus antepasados, y
como responsable de empleo cuáles son los problemas reales, sabe que el
inicio de la coincineración será imparable. Cuando den el pistoletazo de
salida y Sakana tiemble se verá la reducción de puestos de trabajo y
vía libre a la incineración en acuerdo con los responsables del actual
Gobierno de Navarra. La compañía de Olazti pudo haber visto en un primer
momento la forma de reducir sus costes de operación con una básica
coincineración, pero su dirección se ha dado cuenta del gran chollo
económico, y más en Nafarroa, donde piensan tener barra libre. Para
alcanzar sus metas, para subir sus intereses bursátiles, se posicionan
hacia algo más intenso y de continuidad en el tiempo, la cartera de
clientes y sus comerciales se mueven ofreciendo la posibilidad de llevar
allí sus desechos, parece ser que ellos serían incluso gestores, pero
pudiera llegarse a acuerdos con empresas de desecho establecidas. Cada
cliente, pongamos el caso de un ayuntamiento, debe suministrar un mínimo
para ser considerado cliente, y cuanto más basura mejor, mejores
resultados, cada tonelada tratada un coste, y los datos dan que cada año
se genera un 5% más de basura.
Incineración o cierre de empresa, de nuevo la amenaza. Cuando
pueden y deben surgir empresas que mantengan una ética comercial en
temas tan complejos como el reciclaje de residuos, no se puede dejar en
manos de compañías sin escrúpulos y que no respeten la voluntad popular.
Si todo esto lo extraspolásemos a la Amazonia, por poner un ejemplo,
sería un horrendo y atroz atentado a la humanidad, pero aquí, en un país
civilizado, todo vale cuando paradójicamente sufrimos las mismas
consecuencias. Evidentemente, estamos ante una falsa dicotomía, si se
produce cemento que sigan en ello dentro de unos parámetros igual
complicados, pero fruto de la situación económica actual, pero no
reconversión en incineradora. Ahora todavía se está a tiempo de
plantearse algo diferente, luego vendrán los problemas de por vida,
generacionales, posiblemente vuelta a polarización y al intento de
enfrentamiento. Por negligencia destruyeron nuestro gran asentamiento
Koskobilo, pero no dejemos cambiar nuestro entorno, no dejemos
que nuestra civilización actual se quede en algún estracto petrificado,
hay que seguir con vida, con ilusión, teniendo buenos argumentos de
desarrollo económico sostenible y compromisos personales como puede ser
en este caso el puerta a puerta o similares procesos de
reciclaje, que los pueblos de Sakana opten con coherencia y disciplina
frente a la comodidad y dejación. Labor de colectivo frente a la crítica
irrelevante y un no rotundo a la incineración, digamos claramente que
tenemos, no solo que no queremos, tenemos alternativas, cuatro parques
naturales, importantes acuíferos, cualquier opción de desarrollo en
Sakana parte por una no incineración. Se comenta que dentro de 15 años
la alimentación va a ser la consecuencia más grave de enfermedad, y
muchas empresas alimentarias ya están exigiendo a sus proveedores que
sus productos procedan de zonas no contaminadas, y así, ante los nuevos
valores y factores de desarrollo sostenible, Sakana estará en breve
tiempo en total desventaja.
La justicia es como la serpiente
Solo muerde a los descalzos (Eduardo Galeano)
Pongámonos las botas y a seguir trabajando.
IOSU IMAZ PRIM
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