Facultativos y personal de enfermería de la comarca carballiñesa crean una plataforma sanitaria para frenar el proyecto de O Irixo
S. DE LA FUENTE - OURENSE "No habrá nuevas enfermedades ni aparecerán síndromes específicos, pero lo que está claro es que aumentará la prevalencia de la morbimortalidad". Xosé Dobarro, médico del centro de salud de Beariz y máster en Epidemiología, asegura que la puesta en marcha de una planta de incineración de residuos sólidos urbanos en O Irixo "empeorará la salud de las poblaciones del entorno".
Para evitar su construcción, este médico y otros 14 facultativos y enfermeros de la comarca de O Carballiño han creado una plataforma sanitaria que se ha puesto en marcha esta misma semana y que ha elaborado como carta de presentación un informe científico que ya circula por el correo electrónico de médicos y personal sanitario de las comarcas del Deza y O Ribeiro, donde ha despertado gran interés.
El documento recuerda que el Sistema Nacional de Salud se refiere a la prevención como un aspecto fundamental en la prestación de servicios de atención a la salud, por lo que tanto el personal sanitario como las sociedades científicas, los colegios profesionales y las autoridades sanitarias "debemos intervenir cuando los políticos y los grupos económicos, dispuestos a lograr sus fines, ponen en duda verdades que no admiten discusión". Xosé Dobarro afirma que la incineración creará problemas en las comarcas de Deza, Ribeiro y Orcellón: "No serán patologías raras, pero afectarán a la población expuesta de maneras muy variadas".
Dobarro empezó a investigar los efectos sobre la salud de dioxinas y furanos el mismo día que se hizo pública la ubicación de la Sogama del sur: "Cuanto más leo, más firme es mi posición". El médico apela al "principio precautorio", ya que "solo el 20 por ciento de los productos tóxicos que se emiten a la atmósfera son conocidos". Además, critica, "es una barbaridad que se vayan a quemar toneladas de basura, y solo se recicle el 10%".
Tras la revisión de artículos científicos y la consulta de experiencias en otros países, la plataforma califica de "evidencia científica" el hecho de que la incineración masiva de residuos "está produciendo un problema sanitario global". Así, recuerda Xosé Dobarro que 172 países del mundo han firmado el Convenio de Estocolmo para eliminar emisiones a la atmósfera de contaminantes orgánicos persistentes (CPO) "que amenazan la salud de las personas". Dicho informe recoge también estudios realizados en los entornos de plantas similares a la de Sogama Dos donde "adultos, niños, animales y alimentos producidos tienen niveles de CPO significativamente más altos que los de poblaciones más alejadas. La alimentación, la piel y la respiración son los conductores.
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